¿Cómo narrar lo múltiple? ¿Cómo narrar la simultaneidad, lo que se presenta a la vez sin que el lenguaje, en su orden silencioso, calle esa juntura o superposición confusa?
¿Cómo trabajar el ritmo? ¿Acaso hay alguna pista en el poema? ¿Qué narrar? ¿Qué lugar ocupa lo banal? ¿Cómo nombrar aquello que es más vasto que el nombre?
Tal vez el diario de cuenta de la impresión dejada por un encuentro; sea la nota, el fragmento, una marca inacabada, o la urgencia…
Así, entonces, estas notas escritas sobre papeles y papelitos arrugados, limpios, sucios; otras en una libreta imposible; algunas, las menos, en el celular; algunas pensadas a velocidad WhatsApp o Telegram; otras editadas para Instagram; todas fueron escritas en movimiento: al interior del auto en el que viajé por ruta de San Martin a Campana y vuelta, o de Villa Crespo a Congreso y vuelta; o en el asiento de un colectivo; o desplazándome de una casa a otra o de una sala de espera a una habitación de clínica. Estas notas escritas son un borrador del pensamiento en movimiento, es decir, de la experiencia de simultaneidad experimentada por un cuerpo que intenta bailar con lo real y para ello crea imágenes, esas imágenes o cuasi imágenes que son los fragmentos que siguen.
¿Cómo trabajar el ritmo? ¿Acaso hay alguna pista en el poema? ¿Qué narrar? ¿Qué lugar ocupa lo banal? ¿Cómo nombrar aquello que es más vasto que el nombre?
Tal vez el diario de cuenta de la impresión dejada por un encuentro; sea la nota, el fragmento, una marca inacabada, o la urgencia…
Así, entonces, estas notas escritas sobre papeles y papelitos arrugados, limpios, sucios; otras en una libreta imposible; algunas, las menos, en el celular; algunas pensadas a velocidad WhatsApp o Telegram; otras editadas para Instagram; todas fueron escritas en movimiento: al interior del auto en el que viajé por ruta de San Martin a Campana y vuelta, o de Villa Crespo a Congreso y vuelta; o en el asiento de un colectivo; o desplazándome de una casa a otra o de una sala de espera a una habitación de clínica. Estas notas escritas son un borrador del pensamiento en movimiento, es decir, de la experiencia de simultaneidad experimentada por un cuerpo que intenta bailar con lo real y para ello crea imágenes, esas imágenes o cuasi imágenes que son los fragmentos que siguen.
…
Todo comienzo es una arbitrariedad.
…
Todo comienzo es una arbitrariedad.
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09 de marzo
"Feliz cumple, amigo", escribo por WhatsApp (en adelante wp). Jere estaba en la casa de sus padres "comida china y C5N, a full con coronavirus".
"El coronavirus y la paranoia. En dos meses va a ser olvido", le respondí.
Maru, mi vecina esquizofrénica, volvió. "Me quiero pegar un tiro en las muelas."
"En la semana hacemos algo por tu birthday. Abrazo!"
"El coronavirus y la paranoia. En dos meses va a ser olvido", le respondí.
Maru, mi vecina esquizofrénica, volvió. "Me quiero pegar un tiro en las muelas."
"En la semana hacemos algo por tu birthday. Abrazo!"
10 de marzo
Desde hace meses estoy obsesionado con las escorts ¿Podré hacer una especie de post-grado sexual con estas pibas? ¿"Telestimulacion 1" o "Literatura Erotica 2" o "Taller de Movimiento 1: las artes de los placeres desde Roma al Siglo XVII" ? No enconté, aun, representacion para lo que imagino: no hay xvideos, youporn o pornhub que valga; tampoco las xconfessions de Erika Lust… Tal vez, la escena que más se aproxima a lo que imagino como "maestría sexual" esta bien plegada en los Dirty Diaries: dos cuerpos descubren la piel detras de la piel entre los vapores de una respiracion jadeante… Si, me imaginé con Laly en una escena similar. Dirty Diaries con toques de Justine.
Encontré en la web un sitio que publicita anuncios de chicas escorts: sexysabor. El nombre me hizo cosquillas en los labios ¿Cómo llegan estas pibas a la decisión de trabajar en este rubro? Miré fotografías; la mayoría son selfis en donde el self es cuerpo, cuerpo desnudo, exuberante. Hermosos, cuerpos absolutamente hermosos: horas de trabajo en gimnasios, cremas, masajes; alimentación balanceada y lencería esmeradamente escogida. ¿Cómo se pregunta por este servicio? El código de la plataforma me dío un empujoncito "Hola Melody, cómo estás? Vi tu perfil en sexysabor.com" Después de eso el cursor me invitaba a escribir algo: "podrías describirme el servicio? Cuáles son tus honorarios? Me gustaría contactar con vos. Un saludo!" Leí el perfil de WhatsApp y supe, entonces, que me responderia al dia siguiente. Pero a los minutos me respondio y la primera línea de su texto, reenviado quien sabe cuantas veces, juntaba y realizaba lo mismo que un momento feliz: "Melody ##-####-#### me encanta coger y reír… Y gemir."
Encontré en la web un sitio que publicita anuncios de chicas escorts: sexysabor. El nombre me hizo cosquillas en los labios ¿Cómo llegan estas pibas a la decisión de trabajar en este rubro? Miré fotografías; la mayoría son selfis en donde el self es cuerpo, cuerpo desnudo, exuberante. Hermosos, cuerpos absolutamente hermosos: horas de trabajo en gimnasios, cremas, masajes; alimentación balanceada y lencería esmeradamente escogida. ¿Cómo se pregunta por este servicio? El código de la plataforma me dío un empujoncito "Hola Melody, cómo estás? Vi tu perfil en sexysabor.com" Después de eso el cursor me invitaba a escribir algo: "podrías describirme el servicio? Cuáles son tus honorarios? Me gustaría contactar con vos. Un saludo!" Leí el perfil de WhatsApp y supe, entonces, que me responderia al dia siguiente. Pero a los minutos me respondio y la primera línea de su texto, reenviado quien sabe cuantas veces, juntaba y realizaba lo mismo que un momento feliz: "Melody ##-####-#### me encanta coger y reír… Y gemir."
11 de marzo
Mes oceánico, de personas oceánicas. El saber astrológico tiene cosas para decirnos: piscis, los habitantes del océano no conocen de bordes.
"Feliz cumple Gaby!" Mi sister cumplia años. Esha vive en Zarate, sho en CABA.
Por wp, Jere me mandó elvideo del Guasón en el que se estornuda la mano y toca todo lo que tiene a su alcance mientras presenta medidas preventivas en torno al covid-19 para la población de la metrópolis ¡Esto es el inconsciente! y ésta la comunicación a la velocidad del meme.
"Hola Coca ¿Cómo estás?" "Hola, qué tal!" respondio mi abuela, al otro lado de la línea, desde Campana. "Acá estamos, con Gabi, tu mamá y Ricardo…"
Coca enviudó hace unos meses. Las mañanas se le hacen largas, solitarias, despobladas de conversaciones. A veces "quiero conversar con alguien", me dijo, mientras se le iba la mirada a una de las fotos que cuelgan de las paredes de la casa.
Completé la imagen de la situación: estaban Alfredo, mi papá; Gustavo y Ezequiel. No estaban Félix, mi abuelo recientemente fallecido; no estaba yo.
Gaby, mi hermana, celebró su cumpleaños en una reunión mínima en Campana, en casa de mi abuela. Así estuvieron juntas.
"Feliz cumple Gaby!" Mi sister cumplia años. Esha vive en Zarate, sho en CABA.
Por wp, Jere me mandó elvideo del Guasón en el que se estornuda la mano y toca todo lo que tiene a su alcance mientras presenta medidas preventivas en torno al covid-19 para la población de la metrópolis ¡Esto es el inconsciente! y ésta la comunicación a la velocidad del meme.
"Hola Coca ¿Cómo estás?" "Hola, qué tal!" respondio mi abuela, al otro lado de la línea, desde Campana. "Acá estamos, con Gabi, tu mamá y Ricardo…"
Coca enviudó hace unos meses. Las mañanas se le hacen largas, solitarias, despobladas de conversaciones. A veces "quiero conversar con alguien", me dijo, mientras se le iba la mirada a una de las fotos que cuelgan de las paredes de la casa.
Completé la imagen de la situación: estaban Alfredo, mi papá; Gustavo y Ezequiel. No estaban Félix, mi abuelo recientemente fallecido; no estaba yo.
Gaby, mi hermana, celebró su cumpleaños en una reunión mínima en Campana, en casa de mi abuela. Así estuvieron juntas.
12 de marzo
Terminó la cursada de DatosUBA centrada en WestWorld e IA. Fui docente de esa materia hace varios años. Allí se me encargó la coordinación de una comisión experimental. Había una vez un proyecto llamado "Narrativas Transmediales Interactivas."
Alejandro Piscitelli, profesor titular de la catedra, es un filosofo especializado en medios y cultura digital. El pensamiento de Piscitelli llegó a generaciones de educadores, investigadores, empresarios y políticos.
Fui invitado, no cursé. Estoy trabajando en algo que involucra la cooperación de inteligencia artificial para el desarrollo de una flora imaginaria (proyecto que quién sabe si lograré finalizar). Mi interés en esta cursada es casi evidente: la conceptualidad desplegada en las narrativas de ficción.
La cursada está atravesada por el covid-19. Como profesor atento al pulso del mundo y sus procesos de semiotización, Alejandro refirio insistentemente a la excepcionalidad de esta cursada de verano y al hiperobjeto que "nos ha acompañado."
Mientras seguia con atención las devoluciones de Alejandro a sus estudiantes, me llegó un e-mail notificándome el cierre de teatros, cines y museos. Al poco tiempo, desde el Teatro San Martín me comunicaron que en las próximas 72 horas se me devolverá el dinero de mi compra de entradas.
Noté algo de paranoia y sinofobia en el tratamiento mediático; hay que evitar aislarse porque la soledad evita la circulación de ideas. Hice una publicación en Instagram y le escribí a Jere "¿Vamos al Barrio Chino a tomar cerveza?"
Alejandro Piscitelli, profesor titular de la catedra, es un filosofo especializado en medios y cultura digital. El pensamiento de Piscitelli llegó a generaciones de educadores, investigadores, empresarios y políticos.
Fui invitado, no cursé. Estoy trabajando en algo que involucra la cooperación de inteligencia artificial para el desarrollo de una flora imaginaria (proyecto que quién sabe si lograré finalizar). Mi interés en esta cursada es casi evidente: la conceptualidad desplegada en las narrativas de ficción.
La cursada está atravesada por el covid-19. Como profesor atento al pulso del mundo y sus procesos de semiotización, Alejandro refirio insistentemente a la excepcionalidad de esta cursada de verano y al hiperobjeto que "nos ha acompañado."
Mientras seguia con atención las devoluciones de Alejandro a sus estudiantes, me llegó un e-mail notificándome el cierre de teatros, cines y museos. Al poco tiempo, desde el Teatro San Martín me comunicaron que en las próximas 72 horas se me devolverá el dinero de mi compra de entradas.
Noté algo de paranoia y sinofobia en el tratamiento mediático; hay que evitar aislarse porque la soledad evita la circulación de ideas. Hice una publicación en Instagram y le escribí a Jere "¿Vamos al Barrio Chino a tomar cerveza?"
13 de marzo
Hice mi caminata de todas las mañanas hasta la línea D, estación Plaza Italia. Palermo H estaba casi desierto, como siempre a esas horas de la mañana.
En el vagón, les pasajeros nos acomodamos a cierta distancia unes de otres, algo bastante inusual en esta ciudad.
Por la tarde, asistí a la toma de un final de Proyecto Visual 2 en la Universidad de Artes Multimediales.
Ingresé al Aula del piso 3. El equipo de Proyecto 1 estaba firmando libretas de estudiantes. "¿Queres un café Estela?" "Dale". Mariela salió conmigo. En la vereda del sol, sentí que estaba demasiado abrigado. Al interior de la cafetería, dos personas. "¿Este vaso no tendrá coronavirus?" la chica, al otro lado del mostrador, sonrió.
Naty D, pelo negro en abundancia, estaba saliendo del aula. Se despidió de nosotres sin beso, "estoy embarazada".
El final que pocas horas más tarde daría comienzo fue el final más largo y agotador de mi vida, jamás voy a olvidar la labor de Mercedes.
7 de la tarde: caminé por Callao hasta el Congreso, subte A hasta Miserere. Rivadavia infinita se hundía en el naranja de un atardecer pre otoñal.
En el vagón, les pasajeros nos acomodamos a cierta distancia unes de otres, algo bastante inusual en esta ciudad.
Por la tarde, asistí a la toma de un final de Proyecto Visual 2 en la Universidad de Artes Multimediales.
Ingresé al Aula del piso 3. El equipo de Proyecto 1 estaba firmando libretas de estudiantes. "¿Queres un café Estela?" "Dale". Mariela salió conmigo. En la vereda del sol, sentí que estaba demasiado abrigado. Al interior de la cafetería, dos personas. "¿Este vaso no tendrá coronavirus?" la chica, al otro lado del mostrador, sonrió.
Naty D, pelo negro en abundancia, estaba saliendo del aula. Se despidió de nosotres sin beso, "estoy embarazada".
El final que pocas horas más tarde daría comienzo fue el final más largo y agotador de mi vida, jamás voy a olvidar la labor de Mercedes.
7 de la tarde: caminé por Callao hasta el Congreso, subte A hasta Miserere. Rivadavia infinita se hundía en el naranja de un atardecer pre otoñal.
17 de marzo
En los supermercados escaseó el papel higiénico: la realidad social construida por los medios. El coronavirus lejos de ser tematizado analítica, estructural y preventivamente se integró a la gramática paranoica de producción de noticias. El poder de un discurso se mide en los efectos y performatividad: consumo compulsivo frente, una vez más, el fin del mundo a la vuelta de la esquina ¡Qué pequeño es el mundo!
Visité a mi mamá. Ayer la operaron: un tumor en el intestino grueso; 18 centímetros. Fue enviado a laboratorio para análisis.
Desde Villa Crespo a San Martín tomé dos colectivos. Poca gente en la calle, pocos pasajeros en los bondis. Hice trasbordo en General Paz. Caminé cuadras desconocidas; las disfruté como al cielo del atardecer.
Visité a mi mamá. Ayer la operaron: un tumor en el intestino grueso; 18 centímetros. Fue enviado a laboratorio para análisis.
Desde Villa Crespo a San Martín tomé dos colectivos. Poca gente en la calle, pocos pasajeros en los bondis. Hice trasbordo en General Paz. Caminé cuadras desconocidas; las disfruté como al cielo del atardecer.
18 de marzo
Hace unos días volvió Maru. Quienes viven sobre Velazco, entre Darwin y Juan B Justo, tienen el gusto…
Maru es esquizoparanoide y alcohólica. En el último tiempo, me regaló muchas escenas para performances; lastima que me absorbieron grandes cantidades de energía psíquica y terminaron en finales pocos felices: personal del SAME, Policía Federal y vecines de toda calaña. A los tres días de mudarme al departamento de Velazco, en 2019, a mi retorno de Alemania, Maru se presentó: a las 8 de la mañana, montó un campamento en la vereda con tres cervezas, comida, ropa tendida y "los tulipanes de los Campos Eliseos" "¡Bienvenido Matias!"
A las 17 horas de aquel día imborrable, encontré, frente a la puerta de calle, el mismo campamento ahora con alfombra azul. La puerta trabada desde adentro. Cuando pude ingresar a mi departamento llamé al SAME. Dos horas más tarde, Maru, con vestido de lentejuelas negro, botas de goma leopardadas y guantes de lavar la ropa repetía "me estoy mudando" mientras en la calle tres patrulleros y dos camionetas del SAME aguardaban que los ansiolíticos hicieran efecto.
La tarde siguiente de aquel mes de 2019: "Matías ¿Vos tenes las llaves de mi departamento?" Salí a la puerta de calle y se las dí. Estaba calmada, por las drogas. "Me di a la fuga."
Así, Maru y yo, nos habíamos presentado…
El 9 de Marzo, Maru volvió a su departamento. Había estado internada en Merlo. Presentí, en ese momento, que ya nada iba a ser igual… Una sensación de precariedad me atravesó el cuerpo "¿Dónde estoy?" pensé y traté de objetivarme, como aprendí de la sociología de Bourdieu; traté de hacer un ejercicio rápido de sociología reflexiva y junté a Pierre Bourdieu con Mark Fischer para entender que la precariedad que me atravesaba, que esa sensación, era una cuestión estructural y que en este momento yo estaba posicionado en unos de los peores lugares de la estructura. Había comprendido algo, como un insight nacido del encuentro de la sociología y el psicoanálisis: tenía que moverme ya. "Con todas mis habilidades y conocimientos más la red de amistades, el movimiento en la estructura, de alguna manera, tendría que serme más soportable" pensé y me fije una mudanza en tres meses.
El retorno de Maru me tocó varios puntos sensibles: mi hogar; la precariedad de mi trabajo; y la salud de mi mamá.
"Mañana, si queres, nos vemos un rato." "Dale, podemos tomar una sidra en Margot, si te pinta", me contestó Jere.
Maru es esquizoparanoide y alcohólica. En el último tiempo, me regaló muchas escenas para performances; lastima que me absorbieron grandes cantidades de energía psíquica y terminaron en finales pocos felices: personal del SAME, Policía Federal y vecines de toda calaña. A los tres días de mudarme al departamento de Velazco, en 2019, a mi retorno de Alemania, Maru se presentó: a las 8 de la mañana, montó un campamento en la vereda con tres cervezas, comida, ropa tendida y "los tulipanes de los Campos Eliseos" "¡Bienvenido Matias!"
A las 17 horas de aquel día imborrable, encontré, frente a la puerta de calle, el mismo campamento ahora con alfombra azul. La puerta trabada desde adentro. Cuando pude ingresar a mi departamento llamé al SAME. Dos horas más tarde, Maru, con vestido de lentejuelas negro, botas de goma leopardadas y guantes de lavar la ropa repetía "me estoy mudando" mientras en la calle tres patrulleros y dos camionetas del SAME aguardaban que los ansiolíticos hicieran efecto.
La tarde siguiente de aquel mes de 2019: "Matías ¿Vos tenes las llaves de mi departamento?" Salí a la puerta de calle y se las dí. Estaba calmada, por las drogas. "Me di a la fuga."
Así, Maru y yo, nos habíamos presentado…
El 9 de Marzo, Maru volvió a su departamento. Había estado internada en Merlo. Presentí, en ese momento, que ya nada iba a ser igual… Una sensación de precariedad me atravesó el cuerpo "¿Dónde estoy?" pensé y traté de objetivarme, como aprendí de la sociología de Bourdieu; traté de hacer un ejercicio rápido de sociología reflexiva y junté a Pierre Bourdieu con Mark Fischer para entender que la precariedad que me atravesaba, que esa sensación, era una cuestión estructural y que en este momento yo estaba posicionado en unos de los peores lugares de la estructura. Había comprendido algo, como un insight nacido del encuentro de la sociología y el psicoanálisis: tenía que moverme ya. "Con todas mis habilidades y conocimientos más la red de amistades, el movimiento en la estructura, de alguna manera, tendría que serme más soportable" pensé y me fije una mudanza en tres meses.
El retorno de Maru me tocó varios puntos sensibles: mi hogar; la precariedad de mi trabajo; y la salud de mi mamá.
"Mañana, si queres, nos vemos un rato." "Dale, podemos tomar una sidra en Margot, si te pinta", me contestó Jere.
19 de marzo
"Amigo, se dice que va a haber cuarentena obligatoria por diez días." Texteó Jere. "Si, estoy viendo medios. Igual, no te alarmes… Los medios son muy alarmistas. Recién a las 17 va a haber una declaración sobre el tema."
Intervinieron a mamá nuevamente. Complicación en el funcionamiento del intestino grueso.
Alberto Fernandez comunicó que desde las 0 horas comenzara el Aislamiento Social Obligatorio.
Busqué la publicación del decreto. El Articulo 6. Inciso 5 me daba la posibilidad de llegar al sanatorio. Lo reenvie por wp a Gaby, Facu (mi bro) y papá.
Intervinieron a mamá nuevamente. Complicación en el funcionamiento del intestino grueso.
Alberto Fernandez comunicó que desde las 0 horas comenzara el Aislamiento Social Obligatorio.
Busqué la publicación del decreto. El Articulo 6. Inciso 5 me daba la posibilidad de llegar al sanatorio. Lo reenvie por wp a Gaby, Facu (mi bro) y papá.
20 de marzo
Mamá está internada. No se siente bien. Está con suero. Por prescripción médica no debe comer. Tiene conectada una bolsita a la altura del abdomen; aún no la vi, está colocada debajo de una faja número 3.
La habitación 4## tiene un ventanal precioso que da al pulmón del edificio. Toda la habitación tiene un panel electrónico que controla cortinas y ventilación. "Solo estas ventanas y cortinas deben costar tres sueldos míos" dijo Ricardo, mi tío, hermano de mi mamá; lo relevé.
Ricardo es psicólogo, especializado en educación. Su interés, tal vez, podría resumirse en los procesos mentales, el aprendizaje, la cognición. Es muy agudo e irónico, sin embargo, se relaciona de manera justa, precisa, apenas un toque amable con una sonrisa apenas esbozada. Su mente minuciosa se oculta detrás de comentarios hechos para la ocasión social. Hace un tiempo, Ricardo me regaló una palabra que me abrió sentidos para reflexionar sobre un vínculo ¡Cuánta precisión en el lenguaje! Casi como aquel arquero que supo ser Herrigel, Ricardo encontró el blanco al fundirse con la palabra-conciencia; no hizo poesía, pero aquella palabra me dio la posibilidad de un relato y desde ahí emprender el comienzo de una transformación.
Mamá prefirió pasar la noche sentada. Tenia muchos gases. Agitaba las piernas de a ratos, como esos muñecos a cuerda que para desplazarse sobre el suelo vibran a gran velocidad.
Mamá estaba sentada, no podía dormir. Eructaba mucho hasta que llegaron las arcadas y después el vómito verde imparable. Llamé a enfermería "está vomitando mucho" con mi voz ahogada. A los minutos, un enfermero entró con un protector gástrico intravenoso. A las horas, la escena se repitió. Esa vez, ella en la cama. Lo único que dijo, entre vómitos verdes fue "que desgracia esto" y mantuvo su mirada inquebrantable. Asistí a mi mamá como pude hasta que me pidieron que salga de la habitación. Los enfermeros la limpiaron y cambiaron la ropa de cama.
Tenía miedo de moverse, tenía miedo de lo que más anhelaba: dormir. Le acaricie la cara, le agarre la mano ¿Cuanto hacia que no tocaba a mi mamá? ¿Cuanto hacia que no la acariciaba? ¿Cuánto tiempo hacía que nuestros cuerpos no se hablaban amorosamente? Encontré la piel de mi mamá después de tantos años en esa sala pequeña de San Martín y entendí que era el momento de ablandar una gramática de gestos entumecidos. Tuve ganas de cantarle pero no me salió; en lugar de eso respiramos hasta que se durmió.
Ricardo es psicólogo, especializado en educación. Su interés, tal vez, podría resumirse en los procesos mentales, el aprendizaje, la cognición. Es muy agudo e irónico, sin embargo, se relaciona de manera justa, precisa, apenas un toque amable con una sonrisa apenas esbozada. Su mente minuciosa se oculta detrás de comentarios hechos para la ocasión social. Hace un tiempo, Ricardo me regaló una palabra que me abrió sentidos para reflexionar sobre un vínculo ¡Cuánta precisión en el lenguaje! Casi como aquel arquero que supo ser Herrigel, Ricardo encontró el blanco al fundirse con la palabra-conciencia; no hizo poesía, pero aquella palabra me dio la posibilidad de un relato y desde ahí emprender el comienzo de una transformación.
Mamá prefirió pasar la noche sentada. Tenia muchos gases. Agitaba las piernas de a ratos, como esos muñecos a cuerda que para desplazarse sobre el suelo vibran a gran velocidad.
Mamá estaba sentada, no podía dormir. Eructaba mucho hasta que llegaron las arcadas y después el vómito verde imparable. Llamé a enfermería "está vomitando mucho" con mi voz ahogada. A los minutos, un enfermero entró con un protector gástrico intravenoso. A las horas, la escena se repitió. Esa vez, ella en la cama. Lo único que dijo, entre vómitos verdes fue "que desgracia esto" y mantuvo su mirada inquebrantable. Asistí a mi mamá como pude hasta que me pidieron que salga de la habitación. Los enfermeros la limpiaron y cambiaron la ropa de cama.
Tenía miedo de moverse, tenía miedo de lo que más anhelaba: dormir. Le acaricie la cara, le agarre la mano ¿Cuanto hacia que no tocaba a mi mamá? ¿Cuanto hacia que no la acariciaba? ¿Cuánto tiempo hacía que nuestros cuerpos no se hablaban amorosamente? Encontré la piel de mi mamá después de tantos años en esa sala pequeña de San Martín y entendí que era el momento de ablandar una gramática de gestos entumecidos. Tuve ganas de cantarle pero no me salió; en lugar de eso respiramos hasta que se durmió.
Continuará…