05 de abril
Morena, la piel; delgada. Me recordaba a la primavera rozando el polvo de los suelos frescos del invierno. Las puntas de mis dedos la recordaron y recordé cada viaje y cada encuentro. Entonces, llegaron sus labios fundido encadenado con la mirada de la chica del último piso. Y viví su aroma y viví su risa. Fantasmas traídos por las puntas de mis dedos. Dedos: agentes de conocimiento, tejedores de recuerdos. Fueron mis dedos los que movieron el recuerdo ¿realidad? y fue el cuerpo del recuerdo el que me calentó.
Piel, su piel color miel, piel marrón que tiene algo de naranja. Y mi lengua, mi lengua hizo tacto. Ya no hay signo, hay significante; hay materia, la materia de su cuerpo cítrico y dulce… Y advino el aroma, el aliento pegajoso que carga las tormentas de las noches. Mis dedos recorrieron el fantasma. Acariciarte una vez más, una caricia que dure para siempre, que sobreviva a los vientos del olvido; una caricia que se salve.
En la soledad de mi hogar, aullé en celo “que te quiero”.
Piel, su piel color miel, piel marrón que tiene algo de naranja. Y mi lengua, mi lengua hizo tacto. Ya no hay signo, hay significante; hay materia, la materia de su cuerpo cítrico y dulce… Y advino el aroma, el aliento pegajoso que carga las tormentas de las noches. Mis dedos recorrieron el fantasma. Acariciarte una vez más, una caricia que dure para siempre, que sobreviva a los vientos del olvido; una caricia que se salve.
En la soledad de mi hogar, aullé en celo “que te quiero”.
06 de abril
Visité a mamá en el sanatorio. No estaba nada bien: el hígado había dejado de funcionar.
En La enfermedad como símbolo, de R. Dalke encontré: “estrechamente ligado a la vida; el renacimiento de una nueva vida; el hígado inmortal del mito: el águila lo devora de dia y vuelve a crecer por la noche (Prometeo, Loki).” En “misión/tema” me llamó la atención “síntesis psíquica: catabolizar la proteína ajena y transformarla en propia (‘ser constructivo’), hacer digerible lo graso (superfluo); desintoxicar; barómetro/productor de estados de ánimo, no tratándose tanto del humor personal como de si la vida tiene sentido y de una unidad fundamental, el temperamento básico (...)”
En Visualización Curativa, de Gerald Epstein: “El hígado es el almacén de la ira (como el corazón es el almacén del amor). El hígado ha sido reconocido también como la sede de la emoción en general. Al igual que ocurre con la ira, el perdón es un poderoso remedio para los trastornos hepáticos. Cuando note molestias en el hígado, cuente a alguien en quien confíe los sentimientos que experimenta.” Y luego se describe un ejercicio de visualización.
Hace varios años atrás, incursioné en las prácticas de hipnosis ericksoniana, sueños inducidos y visualización creativa e imaginería. Eran los tiempos en que fui documentalista en Salud Mental Comunitaria en la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo. Por aquellos años, amigos, amigas y amigues me ayudaron a hacer las prácticas, hoy la cosa iba en serio: mamá estaba en continua búsqueda del equilibrio; a los pocos días de mejorar, sus órganos volvían a mostrarse en rebelión ¿Habría que organizarse para una nueva vida? ¿Qué estaban diciendole sus órganos? Como el cuerpo sin órganos de Deleuze y Guattari, puros vectores de fuerzas que van de aquí para allá proponiendo nuevos encuentros, nuevos mundos “¡Parece que este es un caso para Dr. House! má.” La salude y le propuse “hacer una visualización para el hígado y tus órganos.”
Por la tarde, mamá y yo trabajamos. Me habló de su vida antes de conocer a mi papá “Ayer, la abuela me contó que vos y Sonia pasaban mucho tiempo en la casa de Alfredo, tu tío y que un día te cruzaste en la calle con papá y lo invitaron a comer y que esa comida fue un espanto” Ella miró al techo con los ojos cristalinos y tocándose el abdomen comenzó a tejer un relato de la Gloria joven, la Gloria antes de mi, la de antes de ser madre. Y me contó de sus miedos y sus deseos y de las cosas que le encantaban y entonces entendí por qué el Matias pequeño que fui tenia los pantalones de corderoy más lindos que tuve en mi vida; o el sweater de lana rojo que nunca voy a olvidar y que con la llegada de la primavera se iba, quizás para siempre, porque los cuerpos niños crecen rápido. A mamá le gustaban muchas cosas, pero había dos que resaltaban: hacer ropa y los animales.
A las 5 de la tarde, me escribió Jere. “Después hablamos. Estoy en el sanatorio con mi vieja” “Contame como sigue” Le mandé un audio; le explique que en una primera intervención le habían extraído 18 centímetros de intestino y que en la tercera tuvieron que extraer 4 centímetros más: “22 centímetros y ahora el hígado no funciona. Mañana le hacen una biopsia.” “¡22 boludo, durisimo! Fuerza. Si necesitas algo avisame.”
Mi papá llegó a las 6 ¿Cómo hace para estar fresco?
Por la noche comí pastas y cambie mensajes con una chica escort “¿Estás trabajando?” “Me estoy cuidando. Pero tengo videos y unas promos que podes ver en mi perfil de wp” En ningún lado podía ver su cara. Rubia, un metro sesenta, culo redondo perfecto, brillante. 23 años, tal vez. “Te dejo link con mis fotos asi ves la linda putita que vas a cogerte en cuatro agarrandola del pelo, toda mojadita 💭💭💭” Era linda. Pero el cuerpo del mensaje no me calentó.
Busqué a Cecilia Lion en youporn.com. La plataforma me hacía una invitación: “Upgrade to full membership now and help flatten the curve.”
En La enfermedad como símbolo, de R. Dalke encontré: “estrechamente ligado a la vida; el renacimiento de una nueva vida; el hígado inmortal del mito: el águila lo devora de dia y vuelve a crecer por la noche (Prometeo, Loki).” En “misión/tema” me llamó la atención “síntesis psíquica: catabolizar la proteína ajena y transformarla en propia (‘ser constructivo’), hacer digerible lo graso (superfluo); desintoxicar; barómetro/productor de estados de ánimo, no tratándose tanto del humor personal como de si la vida tiene sentido y de una unidad fundamental, el temperamento básico (...)”
En Visualización Curativa, de Gerald Epstein: “El hígado es el almacén de la ira (como el corazón es el almacén del amor). El hígado ha sido reconocido también como la sede de la emoción en general. Al igual que ocurre con la ira, el perdón es un poderoso remedio para los trastornos hepáticos. Cuando note molestias en el hígado, cuente a alguien en quien confíe los sentimientos que experimenta.” Y luego se describe un ejercicio de visualización.
Hace varios años atrás, incursioné en las prácticas de hipnosis ericksoniana, sueños inducidos y visualización creativa e imaginería. Eran los tiempos en que fui documentalista en Salud Mental Comunitaria en la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo. Por aquellos años, amigos, amigas y amigues me ayudaron a hacer las prácticas, hoy la cosa iba en serio: mamá estaba en continua búsqueda del equilibrio; a los pocos días de mejorar, sus órganos volvían a mostrarse en rebelión ¿Habría que organizarse para una nueva vida? ¿Qué estaban diciendole sus órganos? Como el cuerpo sin órganos de Deleuze y Guattari, puros vectores de fuerzas que van de aquí para allá proponiendo nuevos encuentros, nuevos mundos “¡Parece que este es un caso para Dr. House! má.” La salude y le propuse “hacer una visualización para el hígado y tus órganos.”
Por la tarde, mamá y yo trabajamos. Me habló de su vida antes de conocer a mi papá “Ayer, la abuela me contó que vos y Sonia pasaban mucho tiempo en la casa de Alfredo, tu tío y que un día te cruzaste en la calle con papá y lo invitaron a comer y que esa comida fue un espanto” Ella miró al techo con los ojos cristalinos y tocándose el abdomen comenzó a tejer un relato de la Gloria joven, la Gloria antes de mi, la de antes de ser madre. Y me contó de sus miedos y sus deseos y de las cosas que le encantaban y entonces entendí por qué el Matias pequeño que fui tenia los pantalones de corderoy más lindos que tuve en mi vida; o el sweater de lana rojo que nunca voy a olvidar y que con la llegada de la primavera se iba, quizás para siempre, porque los cuerpos niños crecen rápido. A mamá le gustaban muchas cosas, pero había dos que resaltaban: hacer ropa y los animales.
A las 5 de la tarde, me escribió Jere. “Después hablamos. Estoy en el sanatorio con mi vieja” “Contame como sigue” Le mandé un audio; le explique que en una primera intervención le habían extraído 18 centímetros de intestino y que en la tercera tuvieron que extraer 4 centímetros más: “22 centímetros y ahora el hígado no funciona. Mañana le hacen una biopsia.” “¡22 boludo, durisimo! Fuerza. Si necesitas algo avisame.”
Mi papá llegó a las 6 ¿Cómo hace para estar fresco?
Por la noche comí pastas y cambie mensajes con una chica escort “¿Estás trabajando?” “Me estoy cuidando. Pero tengo videos y unas promos que podes ver en mi perfil de wp” En ningún lado podía ver su cara. Rubia, un metro sesenta, culo redondo perfecto, brillante. 23 años, tal vez. “Te dejo link con mis fotos asi ves la linda putita que vas a cogerte en cuatro agarrandola del pelo, toda mojadita 💭💭💭” Era linda. Pero el cuerpo del mensaje no me calentó.
Busqué a Cecilia Lion en youporn.com. La plataforma me hacía una invitación: “Upgrade to full membership now and help flatten the curve.”
Continuará…