Poema de Invierno | Winter Gedicht

Laberintos
9 agosto, 2020
Memorias materiales
20 diciembre, 2019

Stuttgart, Alemania, 2017-2018

Con la gran ayuda y soporte de Tagried Gneidieh y Gustav Frank



Texto para una/un performer

Tecnica: video en tiempo real; manipulacion de lentes opticas en tiempo real; manupulacion de objetos











al canto de los pajaros...


Se estiró en puntas de pie varias veces y me dijo Tenes que creer… Eran tan suaves como la piel de un durazno. Una bestia infernal con cuerpo de mujer y alas de pájaro ronda los cielos nocturnos de la ciudad. Una bestia del infierno, dicen… Vuelvan a la tranquilidad de su hogar, al sexo online sin piel, al sueño empastillado, cierren sus ojos frente al amor eléctrico de Netflix… La chica santa y el chico rico aprietan el botón de la felicidad mientras la ultima estrella de Irak se apaga en los infiernos del petróleo y las manzanas siguen brillando en la oscuridad… Tierra de hombres y mujeres infectas… Infectadas por la miseria de los hombres, por el virus que corroe el delirio y los sueños ¡Reaviven vuestros vientres! ¡Llenen de deseo vuestras pieles! Y amen, amen ¿Qué sabes del amor? ¿Acaso es esa mentira que aprendiste de tus papis? Nadie, nadie en este mundo nació del amor. Las flores de plástico no perfuman… ¿Qué sabés vos…? De pie, ella me miraba a los ojos como buscando algo… El amor es una bestia fatal que engendra conejitos. Una bestia infernal, fugaz como un pájaro de media noche, destruye el alma de los extranjeros con un beso… ¡Cobardes! ¡Ruines! Capaces de destruir ciudades temen beber de mi leche, capaces de enloquecer poblaciones temen el delirio de mi sexo ¡Ratas! Ella suspiro y encendió un cigarrillo Sueña hombrecito, sueña… Nacer, crecer, trabajar, reproducirse, trabajar, morir trabajando... El algoritmo de la vida infecta… ¡¿Pero que hicieron?! Nos condenan a una historia de romances y corazones rotos, a recorrer los bosques como frágiles muñecas vírgenes pidiendo el socorro de algún príncipe azul… Ella dice no y corre, entonces Alicia salta al otro lado del espejo y cree que en la repetición porno habrá salvación… El príncipe azul en la cama se masturba y ella cree que su sexo es suyo… Animaluchos ruines sin amor, no te das cuenta que la salvación es el delirio de la piel… Sueña, animalucho… Sueña que puedes no hacerlo, no hacerlo…

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